La obra completa de Kathleen Raine

    La obra completa de Kathleen Raine

    Linteo publica ‘Poesía reunida’, un volumen de más de 400 páginas con traducción de José Luis Rey


    Kathleen Raine (Essex, 1908-Londres, 2003) fue poeta, crítica literaria y botánica a lo largo de su dilatada carrera. Se consideraba «deudora de una tradición poética con mayúsculas, aquella que bebía de las aguas claras de la trascendencia, del misterio ontológico encarnado en la naturaleza », decía Adolfo Gómez Tomé, uno de sus traductores. Ahora, gracias al trabajo de José Luis Rey, tenemos una puerta mayor por donde entrar a la poesía de esta singular poeta, casi desconocida entre nosotros. La traducción de José Luis Rey abarca nada menos que toda la obra poética, más de 13 libros, el primero ‘Piedra y flor’ (1943) y el último, ‘ Viviendo con el misterio’ (1992), para finalizar con una selección de ‘Poemas nuevos y sueltos’. Más de 400 páginas de las que no contamos con la versión original. 

    He pasado gran parte del verano en leerla y, cada vez que acudo a ella, descubro capas de formas distintas de lo mismo. Es decir, las preguntas sin respuesta, acaso la poesía bordee cierto atisbo. ¿Qué es la vida? ¿La muerte? ¿Somos todo lo que experimentamos con el cuerpo o hay más? En un enigmático poema de su último libro ‘Viviendo en el misterio’ (1992) hay versos como estos: «¿Imagino la realidad/ o la realidad me imagina?/ Y si quien imagina es inimaginable/ qué papel tiene aquí lo imaginado?». 

    Esta poesía nos pone ante el dilema de desacelerar nuestra vida y dejar de volcarse en rutinas inútiles para el espíritu en unos tiempos tan acelerados. Tratando de recuperar el Paraíso, nos dice la poeta: «El Paraíso es un estado en el que la realidad interna y la externa son una, el mundo en armonía con la imaginación. Toda la poesía relata esa visión, todos los poetas recuerdan, o tratan de recordar y recrear lo que todos saben que no es, en el fondo, una mera ilusión pasajera, sino la norma que jamás cesamos de buscar y crear». La larga cita pertenece a su libro de ‘Memorias’ (en español ‘Adiós, prados felices’, Renacimiento 2013), a cargo de Natalia Carbajosa. 

    Su poesía sorprende por la constante aproximación a la naturaleza y al tiempo, se convierte en una suerte de poesía gozosa y panteísta que se apoya en sus admirados poetas ingleses del siglo XIX, William Blake o Shelley. Los estudios acerca del sentido simbólico y místico de la poesía de William Blake, editados en el año 2013, son también una maravilla para deleitarnos con esas imágenes que se graban en la mente y forman un sentido dejando al descubierto el de la intuición poética. «La intuición responde a una totalidad compleja y sutil, y reconoce el todo antes de distinguir las partes». Recordemos que en ambos poetas predominaba el hacer de la poesía no solo un instrumento de conocimiento, sino también un medio de liberación de los trabajos terrestres. 

    De madre escocesa y padre inglés sintió, desde la infancia, la influencia de la región de Northumberland, al noroeste de Inglaterra, de ahí que en su poesía resuene aquel idílico paisaje. Recibió la tradición oral escocesa, las leyendas y canciones de una tierra que resonó en ella de manera decisiva, hasta el traslado con su familia a un suburbio londinense. En Northumberland ella se sabía en su sitio y nunca se adaptó a ningún otro lugar. «Qué pura era yo antes del mundo/ yo era la violencia del viento y de las olas/ y antes que los pájaros cantaran/ yo era también pájaro» (‘El año uno’, 1952). 

    La mayoría de los poemas entran en un universo celestial, me refiero a que tanto la naturaleza, como la tradición bíblica, se entreveran dando voz a un ser que se maravilla de la realidad, un ser no exento de sorpresa por el hecho de estar viva: «El espíritu, libre de la forma/ en que te sumergiste/ el halcón prisionero que se queja en el árbol/ ese ser que tú fuiste en la naturaleza/ se desploma en el polvo». Sin temor a la muerte ni a la vida, esta poesía pasa por la temporalidad de lo infinito, se confunde el ser con el estar con versos, resultado de la traducción, de limpia factura, sin ese lirismo de relleno propio de los excesos del neo-romanticismo de algunos poetas ingleses. 

    Esa búsqueda de trascendencia en el arte queda plasmada en su poesía. Ahora que el lenguaje poético está cayendo en una simbiosis que lo degrada para que se adapte a un público que cada vez tiene menos tiempo de pensarse. La poesía de Kathleen llega oportuna; podemos, además, recuperar sus estudios sobre William Blake, así como las memorias mencionadas, ambos publicados en 2013. Hay más traducciones, como la de Adolfo Gómez Tomé, ‘Poesía y naturaleza’, 2008. Kathleen Raine fue una de las fundadoras de Temenos Academy, lanzada con el fin de publicar trabajos creativos que reconocían la espiritualidad como una necesidad primordial para la humanidad. 

    Como dice José Luis Rey en el prólogo, fue una mujer feliz, sin un mito oscuro que la hiciera más famosa. Estamos ante modas que fragmentan la obra de mujeres poniendo énfasis en la enfermedad, el suicidio o el dolor de existir. 

    Nada de eso refleja esta poesía luminosa y llena de sabiduría. La poeta recibió varios premios en vida, entre ellos, la Orden del Imperio Británico y la Orden de las Artes y las Letras en Francia.

    UN TRADUCTOR EXPERIMENTADO

    Traducir poesía es una tarea nada fácil, requiere invertir mucho tiempo, estudio y conocimiento, y, sobre todo, mucho amor. Nadie mejor que un poeta para esa tarea como José Luis Rey (Puente Genil 1973). Exquisito en su poesía, ha publicado más de diez poemarios además de ensayos en torno al hecho poético y de haber ganado premios como el Gil de Biedma (2006), el Loewe (2009) o el Ciudad de Melilla (2015). En 2018 publicó su obra poética más extensa (‘La epifanía’). Nadie más autorizado que él al haber traducido a grandes poetas en lengua inglesa como P.B. Shelley, poeta que admira, -como también lo admiraba Kathleen Raine-. La poesía completa de John Keats y la de Emily Dickinson, así como la de T.S. Eliot. También ha traducido ‘Harmonium’, la gran primera obra de Wallace Stevens, y a Dylan Thomas, o los ensayos completos de la premio Nobel Louise Glück, En 2022 apareció su traducción ‘In memoriam y otros poemas’, de Alfred Lord Tennyson, en la editorial Cátedra, en su prestigiosa colección de Letras. 

    José Luis Rey es un hombre dedicado a la literatura a tiempo completo, una rareza si consideramos que la dedicación a la traducción así como al estudio de otros autores y la construcción de una obra poética coherente con su trabajo no se valora tanto como tener miles de seguidores en las redes.